10
Sep

0
dolo abdominal clinica jaimei catarroja

Dolor abdominal en niños

El dolor abdominal (dolor de barriga) es una patología muy frecuente en pediatría y un motivo de preocupación en los padres y es difícil de gestionar.

Hay que distinguir claramente el dolor abdominal agudo del dolor recurrente o persistente.

Respecto al agudo la causa más frecuente es la gastroenteritis. Otra causa son las infecciones víricas. Hay que ser cuidadoso a la hora de valorar el dolor ya que podría tratarse de una apendicitis aunque esta es mucho menos frecuente y el dolor tiene otras características. Ante la duda no deje de consultar al pediatra para descartarla en ese momento.

Cuando el dolor dura semanas se convierte en un dolor persistente o recurrente. En estos casos está indicado realizar pruebas complementarias para descartar las posibles causas: las infecciones, las inflamaciones, los parásitos, el estreñimiento o las alergias. Aproximadamente la mitad de ellos no tiene una causa orgánica que lo justifique y lo llamamos dolor abdominal idiopático. Sin embargo les duele. Pero entonces por qué les duele? Pues se debe a que los niños con frecuencia manifiestan con dolor abdominal (o con cefalea o dolor de cabeza, pero este es otro tema del que hablaremos en otro momento) el estrés, los problemas familiares, la pérdida de algún ser querido, problemas en el colegio, los cambios en los hábitos o rutinas, acoso escolar, maltrato.

Así que no debemos subestimarlo ni restar importancia a lo que nos dice nuestro hijo pensando que no será nada, que será una excusa para no ir la colegio u obtener algún beneficio o ganancia personal (por ejemplo atraer la atención de los padres ante el nacimiento de un hermanito, etc).

Por tanto ante un dolor abdominal siempre hemos de dedicarle la atención que merece y lo haremos sin demora si presenta además alguna de estas características que nos harán sospechar una patología orgánica: vómitos, dolor contínuo que impide el movimiento o el salto, que se aleja del centro del abdomen, pérdida de peso, fiebre, falta de apetito,  alternancia de estreñimiento y diarrea, presencia de sangre en las heces, abdomen distendido, si se acompaña de inflamación o dolores articulares o manchas en la piel.

Si tras hacer el despistaje de organicidad no encontramos la causa pero el dolor abdominal continúa porque el niño sigue quejándose, tendremos que seguir controlándolo evolutivamente y sospechar un posible origen emocional.

Ante un niño con dolor abdominal nosotros los pediatras además de descartar la patología médica orgánica valoramos al niño de forma integral e integrada, es decir en su conjunto, para garantizar tanto su salud física como psicológica de modo que también nos centraremos sobre los hábitos alimentarios, sobre el descanso nocturno, su comportamiento con sus padres y entorno familiar, la relación con sus iguales en el colegio y fuera de él, los posibles miedos, manías, tics. En caso necesario consultaremos al psicólogo o psiquiatra.

Dolor abdominal en niños